Como os comentaba ayer poner fin
a la experiencia vivida ha sido uno de los momentos más difíciles que he vivido
y una de las decisiones más complicadas que he tenido que tomar en mi vida,
pero desgraciadamente no podía continuar allí en las mismas circunstancias, y
es una pena que, como para tantos otros muchos sueños, la barrera entre
conseguirlo o no la marque lo material, lo cuantitativo.
Aún así como ya dije quería
compartir con todos vosotros el viaje que tuve la suerte de realizar por el sur
de Marruecos y que me ha permitido conocer más a fondo la realidad de un país
que para siempre me va a tener cautivado, no importara dónde esté ni cómo me
vaya la vida porque no pasará un solo día en el que no recuerde mis
experiencias y mis sentimientos pasados dentro de esa tierra y compartidos con
sus gentes.
El viaje comenzó en Tánger y lo
hizo con una suerte de guiño del destino que marcaría lo que vendría después,
el taxista que nos llevó hasta la estación de tren no nos quiso cobrar la
carrera del taxi y sólo nos pidió la carrera mínima, eso era ya una buenísima
señal. Al llegar a la estación, el tren que habría de llevarnos hasta Marrakech
ya estaba allí situado en el andén esperando la hora de partida, para
aprovechar más el tiempo decidimos viajar de noche y sacando billete en
coche-cama. Al llegar a nuestro compartimento una pareja de jóvenes británicos
estaba allí ya instalada, en las dos camas de abajo quedando libres las dos
camas superiores, no os negaré que temí por la vida de la chica que dormía debajo
de mi litera pero para mi asombro más absoluto la litera resistió.
La Koutoubia, coetánea de la Giralda. |
Una de las cosas que más me ha
sorprendido de este viaje es que mientras más al sur más “liberadas” están las
mujeres, os pongo dos ejemplos: llegando en el tren a Marrakech, sobre las 6.30
de la mañana, estaba ya levantado dando un paseo por el pasillo del tren cuando
la imagen de tres mujeres, vestidas con sus chilabas y pañuelos, jugando al
fútbol en un campo de tierra nos dejaba boquiabiertos a otro viajero inglés y a
mí, supongo que ninguno de los dos nos esperábamos ver ese “entrenamiento”, y
por otro lado, al llegar a la ciudad de Marrakech y comenzar a pasear por sus
calles a uno le llama poderosamente la atención la cantidad de mujeres
motorizadas que hay, con sus velos, sus cascos y sus guantes y moviéndose de
manera intrépida e independiente en medio del caos circulatorio de la ciudad.
La Plaza Djemaa L Fna, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO |
La ciudad de Marrakech en sí es
una auténtica maravilla en la que cada rincón y cada edificio tienen un encanto
que hacen que la capacidad de sorpresa y admiración no descanse ni un solo
segundo. Lo más llamativo quizás sea la plaza Djemaa L Fna, un auténtico
festival permanente en el que uno puede encontrar de todo: teatro, encantadores
de serpientes, música en directo, comida, bebida… un lugar que cada día al
terminar la jornada desaparece para volver a surgir a la mañana siguiente para
volver a situarse todo como estaba.
La Madrassa Ben Youssef, un viaje cultural y en el tiempo. |
Además de la plaza, declarada Patrimonio
cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO, la ciudad de Marrakech, que
es también la que da nombre al país, tiene otros encantos dignos de ser
visitados: la Koutoubia, la Kasbah, la Madrassa Ben Youssef, las tumbas
saadíes, la Menara… una cantidad de sitios impresionantes en los que a cada
viajero o turista les suscitarán una serie de sentimientos y pensamientos en
función de los ojos con los que mire y vea los rincones y los detalles de cada
paraje, a mí personalmente me fascinaron por la forma en la que han mantenido
los lugares tal y como fueron concebidos, como el tiempo parece haberse
detenido cuando uno se sienta a disfrutar de las vistas en el patio de la
Madrassa Ben Youssef, la sensación de tranquilidad escuchando el agua de la
fuente, el laborioso conjunto de arcos y artesonado, dan la sensación de que
hubieras viajado en el tiempo.
Bab Agnaou, una muestra más de que los pájaros no entienden de creencias. |
Al día siguiente…… bueno eso ya
lo dejamos para mañana.
Un fuerte abrazo a todos los que
me habéis echado en falta y a los que os he fallado durante estos días, como
digo siempre no dejéis de luchar por SER FELICES!!!
Pd: He vuelto para quedarme.
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