miércoles, 7 de marzo de 2012

Hhua tanjawi

A veces la vida te da pequeñas muestras de que las cosas que hacemos las vamos haciendo bien, una especie notas que te hacen valorar si aquello en lo que estás inmerso va o no por buen camino. Normalmente estas notas suelen aparecer por sorpresa y hace falta que uno esté atento para percibirlas y comprobar cómo está siendo su trabajo, en algunas ocasiones en que una persona pueda no sentirse valorada recibir un estímulo de este tipo puede suponerle un empuje fabuloso para continuar su marcha y proseguir en el empeño de su tarea.
Por una de estas callejuelas recibí uno de los mejores piropos de mi vida.

Todo esto viene a cuento de que hace unos días mientras daba un paseo por las callejuelas del zoco y de la medina de Tánger tuve la suerte de recibir uno de los mejores piropos que me podían dar a día de hoy, y aunque no se lo haya dicho a quien me dijo ese piropo, pues así lo considero yo, sus palabras fueron para mí el mejor de los ánimos posibles que podría recibir desde que me vine hace unos meses a vivir esta aventura, la constatación de que las cosas se van haciendo bien.

 Como os decía iba yo dando un paseo por el zoco el domingo pasado por la tarde cuando por una de las callejuelas que salen de la plaza del Zoco chico un niño de los que suele estar por la zona vendiendo productos de artesanía a los turistas se me acercó con intención de venderme alguna de las piezas que llevaba, no iba sólo si no que llevaba la compañía de otro niño, uno de los chavales que tenemos en el centro de día, que al verme se giró hacia su amigo y con la mayor sinceridad del mundo le soltó la frasecita que da título a la entrada de hoy: "Hhua tanjawi", cuya traducción vendría a ser algo así como "él es tangerino".

Llegados a este punto muchos pensarán que menuda tontería os acabo de soltar pero no es así, para mí supone un logro enorme el hecho de que me vean como uno más, soy consciente de que nunca seré uno más pero me alegra el hecho de que no me sientan como a un turista si no como alguien que quiere ser uno más, que pretende ser uno más desde el trato cercano con aquellas personas con las que tengo la suerte de trabajar y cruzarme a diario, y con quien a estas alturas ya he logrado trenzar unas relaciones que van más allá de la fugaz visita, son algo así como relaciones vecinales, casi familiares.
Derribar las barreras que me separan de la gente con la que convivo es uno de mis objetivos.

En el momento después de escuchar esas palabras le comentaba a la persona que me acompañaba que era el mejor piropo que me habían dicho en muchos años, por unos instantes sentí ganas de llorar, pues esas palabras para mí significan que las cosas están haciéndose bien, que estoy trabajando en el buen camino, que estoy un poquito más cerca de lograr el objetivo de romper barreras establecidas, de ser uno más dentro de la ciudad, de sentirme un ciudadano más en lugar de un simple turista.

Seguiré trabajando para conseguir derribar las barreras que vayan quedando para seguir siendo considerado uno más de los habitantes de la ciudad, un tanyawi más y no una persona que viene de visita turística, que no se mete de lleno en la realidad de la ciudad y de sus gentes.

Un fuerte abrazo a todos y ¡¡SED FELICES!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario