martes, 8 de noviembre de 2011

El comienzo de la aventura


Bueno pues aquí estamos por fín!!!

Con un poco de retraso respecto a lo que en un principio tenía pensado pero al final ha llegado el día de comenzar a relatar desde este espacio la experiencia que estoy teniendo la oportunidad de vivir aquí en Tánger.



Hasta el día de hoy me han pasado montones de cosas que si tuviera que contarlas todas la primera entrada de este blog sería eterna, por lo que haré un resumen de lo que hasta ahora he tenido la suerte de experimentar.

Aunque la mayoría no lo crea, este viaje de ida ha sido completamente diferente a todos los demás que había hecho hasta ahora porque es el primero en el que no hay fecha fija de vuelta, con lo que ello implica de duración, actitud, etc... y sí tenía mucho miedo al viaje, pero sobretodo tenía miedo a las nuevas sensaciones que podían asaltarme cuando me instalara aquí: el miedo a no adaptarme, a no ser capaz de estar lejos de casa, a echar de menos a mi familia y amigos... pero bueno también es cierto que no partía de cero, no venía a un sitio desconocido con gente desconocida, al contrario venía a un sitio que conozco bien pues ya hace más de trece años que vengo y en el que, por suerte para mí, viven personas a las que conozco y con las que ya he tenido mucha relación: Juande, Rocío, Pedro, Paula, Mustafa, pero sobretodo Eloy, siempre es más fácil teniendo aquí a la persona con la que más cosas he compartido en la vida, desde que teníamos ocho años, que ya ha llovido, hasta ahora hemos vivido un montón de situaciones juntos que nos han hecho sentirnos muy unidos.

Todos esos miedos iniciales desaparecieron en el minuto uno, desde el primer momento todo el mundo me ha hecho sentir cómodo, como en casa. Tanto la gente que vive aquí en el Hogar como los trabajadores del Centro de día me han hecho sentirme integrado en la ritmo del día a día desde mi llegada, y es muy digno de agradecer pues eso facilita mucho el que uno se sienta agusto con lo que hace y donde lo hace.

Cada día aquí es como un regalo, para mí no hay nada más maravilloso que poder entregarme al servicio de los demás, sobretodo a aquellos a los que más lo necesitan. No es fácil pero ya he conseguido aprenderme los nombres de los setenta y un niños que este curso forman parte del Centro de día, cada uno con su historia y sus problemas pero todos llenos de vida y de alegría y, por encima de todo, con ganas de reír, de jugar, de que los cojan en brazos, de hacerles sentir niños afortunados.

Otra de las actividades que estos primeros días me están motivando sobremanera es el aprendizaje del idioma, desde la primera semana que llegué empecé a estudiar Dariya en el Instituto Cervantes de Tánger. La verdad es que la pronunciación de las palabras es un poco complicada pero bueno se hace el esfuerzo por intentar hacerse entender lo mejor posible. La posibilidad de manejarme con el idioma me facilita el contacto con los chavales del centro, de una manera un tanto salvaje (yo Tarzán, tú Jane) me hago entender con los niños y los trabajadores, y personalmente eso también me hace sentirme más cercano a ellos.

Desde que llegué como digo vivo cada día como un regalo y doy gracias a Dios por la oportunidad de poder vivir esta experiencia. Aquí trabajamos de lunes a sábado, sí aquí los sábados también hay colegio, en horario de 8.30 de la mañana a 16.30 de la tarde. Yo me encargo todos los días de preparar actividades deportivas para los niños, pues en el sistema educativo marroquí no existe la asignatura educación física como tal.

Bueno no quiero enrollarme más, creo que como punto de partida para este blog no está mal lo que he contado hasta ahora, espero mantenerlo actualizado con cierta periodicidad e ir contando más anécdotas, vivencias, encuentros, etc…



Un fuerte abrazo a todos los que os preocupáis por mí, especialmente a toda la gente que sé que desde el otro lado estáis felices de que yo sea feliz aquí.

Pd: para la siguiente entrada os explicaré el por qué del nombre del blog.

3 comentarios:

  1. Me alegro de que hayas entrado con buen pie y gracias a ti, a Eloy y al resto por ser así de solidarios.

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  2. me alegro que todo te vaya tan bien¡¡y seas tan feliz como cuentas¡¡un fuerte abrazo

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  3. Me encanta todo lo que cuentas, pero ya sabes, las madres siempre deseamos para nuestros hijos también ademas de la felicidad una nómina, parece que con eso, estamos asegurando un futuro que es imposible asegurar.
    Tu madre me ha mandado la dirección de tu blog, espero que no te importe, y desde hoy tienes una seguidora incondicional. Que seas muy feliz, cuenta conmigo para lo que necesites. besos. Pilar Donoso

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