jueves, 10 de noviembre de 2011

Tánger, Marruecos


Bueno pues siguiendo con la entrada de ayer, y en base a esas seis preguntas mágicas de toda buena noticia (esto seguro que lo domina mi amiga Amparo): qué, dónde, cómo, cuándo, quién y por qué, os voy a intentar situar un poco en lo que es Tánger.

Tánger es una ciudad del norte de Marruecos situada en la orilla sur del estrecho de Gibraltar, a escasos kilómetros de la península ibérica, de España, de Europa, de ese continente sumido en una crisis económica en el que es tan fácil conseguir dinero por nada. Sus costas son bañadas por el océano Atlántico, aguas frías y llenas de corrientes marinas que, hay que ver que pronto lo hemos olvidado, se han tragado los sueños y las vidas de mucha gente, de muchas familias que anhelando conseguir el sueño de una vida mejor se han arriesgado a cruzar sobre embarcaciones muy precarias esas aguas tan peligrosas.

En Tánger, según el último censo realizado en 2008, viven aproximadamente unos 700.000 habitantes. En realidad es probable que viva más de un millón de personas, pues hay mucha gente que no está censada, que no tienen papeles, que por desgracia su existencia no consta en ningún sitio. Es una ciudad de tránsito, son miles las personas que llegan a pasar a lo largo del año por su puerto en ambas direcciones, tanto rutas comerciales como rutas turísticas. Demográficamente ha multiplicado por cuatro su número de habitantes en los últimos veinte años debido al éxodo de la población rural a la ciudad, esta situación ha dado origen a la creación de barrios periféricos, carentes de todo tipo de infraestructuras mínimas, donde la población que los habitan son gente que tienen un nivel económico y cultural muy bajo. Estos barrios son el escenario perfecto para la instalación de mafias y redes de tráfico de drogas.

Económicamente Tánger es la segunda ciudad más industrializada de Marruecos por detrás de Casablanca, las industrias más importantes son: textil, química, mecánica, metalúrgica y naval. En la economía tangerina también juega un papel fundamental el turismo, como digo su proximidad con Europa y sus buenas comunicaciones navales hacen de Tánger un destino turístico “exótico” al alcance de la mano, es bastante sencillo encontrar rutas de un día desde Tarifa a precios razonables que incluyen visitas por la zona más comercial: el zoco.

Culturalmente Tánger es una ciudad muy rica, no en vano en sus calles han llegado a convivir tres culturas diferentes: musulmanes, judíos y cristianos. También ha sido una ciudad de referencias bohemias, por sus calles han paseado y vivido grandes escritores y artistas de distintas partes del mundo que quedaban prendados de la belleza de la ciudad, de su luz y de su colorido.
Bahía de Tánger- Eugene Delacroix
                                                        
Hasta aquí la parte educativa de la entrada, ahora os voy a contar y os voy a hablar del otro Tánger, de esa ciudad que no sale en las fotos promocionales, esa ciudad que no enseñan cuando vienen las excursiones de un día, de la ciudad que yo veo, en la que yo estoy viviendo y en la que estoy disfrutando de esta experiencia.

Efectivamente el hecho de estar situada tan próxima a Europa hace que Tánger esté totalmente orientada  al otro lado del Estrecho. Normalmente la mayoría de los días en los que las condiciones climatológicas son favorables se ve perfectamente España, se distinguen fácilmente los edificios de Tarifa, la ciudad más próxima geográficamente a Tánger pero la más alejada en todos los sentidos.
Al fondo Tarifa, España, Europa, la vida soñada.

Esta cercanía tiene varias consecuencias de distinta índole, por un lado, y esto es un tanto interesado por mi parte, se puede disfrutar de  cobertura española de móviles en algunos puntos de la ciudad (concretamente en mi habitación hay cobertura de todos los operadores), pero por otro lado también llega la señal televisiva de nuestra querida televisión. ¿Alguien se ha parado alguna vez a pensar la imagen qué ofrecemos al mundo a través de nuestra televisión? Pensadlo por un momento fríamente… ¿ quién no querría vivir en un país en el que por contar tus problemas en la televisión te pagan un dineral? ¿quién no querría vivir en un país donde por participar en un concurso te dan más dinero del que tú jamás hayas podido soñar? No somos conscientes de que a través de la televisión estamos ofreciendo “El dorado”.

Por otro lado Tánger es una ciudad llena de contrastes, no es difícil encontrarse circulando coches de alta gama por calles en las que en sus aceras hay gente pidiendo o durmiendo en el suelo, una ciudad en la que el lujo y la miseria viven puerta con puerta. Poca gente puede imaginar, cuando viene en esas excursiones de un día, que a escasos metros de donde están quedándose fascinados por la belleza de la artesanía o por lo económico de los precios de los artículos de regalo viven miles de personas en un entresijo de callejuelas y edificios antiguos, que conocieron años de mayor gloria y esplendor, que se vienen abajo: la medina. Es por esa zona, pegada a las calles del zoco, donde viven la mayoría de los chicos que forman parte del Centro de día (otro día os contaré cómo).
Ejemplo de edificio de la medina

No sé si con lo que he explicado hasta ahora os podréis hacer una idea de lo que es en sí la ciudad de Tánger, su manera de ser, sus circunstancias y su idiosincrasia. Espero que poco a poco, con lo que os vaya contando, os podáis hacer un retrato robot de cómo se vive aquí y de cuáles son las rutinas de la gente que habita en Tánger.

Voy terminando ya, que me embalo y no paro, dando gracias a todos los que leéis este blog y haciendo un ofrecimiento de que cualquiera que quiera saber algo sobre Tánger o sobre cualquier otra cosa relacionada con lo que he ido escribiendo hasta ahora no dude en preguntarlo, que está bien que “al qantara” funcione en los dos sentidos.

Un abrazo muy grande para todos y no os olvidéis de ser felices.

1 comentario:

  1. Hola? Sí? Oficina de turismo? Que se ponga Mario! (te conoces aquello mejor que la wikipedia, pa lo bueno y pa lo malo)

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