domingo, 19 de febrero de 2012

Calabazones


Hoy Don Benito, mi pueblo, está un poquito más cerca de Tánger, no porque haya habido un acercamiento físico, que de haber sido así supongo que todos lo habríais notado, si no porque hoy han llegado los voluntarios del Colegio Claret de la ciudad. A alguno le puede parecer un dato insignificante pero para quien está fuera de su casa aquellos pequeños detalles que le recuerdan y le acercan un poco a ella le resultan momento excepcionales.
Hoy estoy más cerca de escuchar esas campanas de Santiago.

Vuelven a venir después de un año de ausencia, motivado fundamentalmente por las movilizaciones que hubo el año pasado justamente en estas fechas, y a los calabazones que vivimos aquí, a mi amigo Eloy y a mí, nos hace sentirnos un poco más cerca de nuestro ambiente, de nuestra casa, de nuestro pueblo. Además también es una alegría verlos aquí porque con este grupo ya van cerca de trescientos jóvenes provenientes del mencionado colegio que han pasado por aquí, viviendo durante una semana una experiencia que a muchos nos ha quedado marcada para el resto de nuestra vida.

Vienen llenos de alegría, deseando hacer cosas, queriendo vivir cada segundo con la máxima intensidad posible, con ganas de comerse el mundo de un bocado, espero que esas ganas no se les vayan diluyendo a lo largo de la semana y que más bien al contrario se queden con ganas de más, con ganas de repetir y volver algún día a disfrutar de esas sensaciones tan indescriptibles que uno siente cuando viene a esta ciudad.
Cuántos juegos, cuántos años y cuántos recuerdos hay en esas clases.

Es inevitable recordar esos primeros momentos que he tenido la oportunidad de vivir con tantos grupos, se repiten casi con exactitud milimétrica los mismos gestos, las mismas miradas, los mismo comentarios grupo tras grupo. También ser repiten las maneras de afrontar la semana, gestos a lo mejor tan simples y comunes como llamar a casa para decir que han llegado bien, organizarse para las tareas domésticas a lo largo de la semana, afrontar sus primeros contactos con la gastronomía marroquí, es increíble cómo año tras año uno vuelve a escuchar comentarios tan similares que a uno le da algunas veces la impresión de estar metido en un bucle del que no puede salir.

Además también la visita de estos paisanos trae adjunta la visita de buenos amigos, de gente con la que he compartido mucho y con la que sigo compartiendo muchas cosas importantes de mi vida, se plantea una semana por delante llena de anécdotas, chistes, historias, recuerdos… una semana llena de miradas cómplices con las que sin abrir la boca uno ya está diciendo mucho más de lo que podría expresar sólo con palabras.

Espero saber ser un buen anfitrión para ellos, hacerles llegar a vivir esta experiencia de la manera en que yo la vivo, poder llegar a transmitirles la importancia de disfrutar al máximo de esta oportunidad única que van a tener, que de alguna manera les ayude a dejarse tocar el corazón por las manos, los besos y las sonrisas de aquellos con los que esta semana van a tener la suerte de cruzarse, de esos rostros sin nombre que se pondrán delante de ellos, de esos rostros con nombre colgados en las paredes de sus clases que van a tener la oportunidad de verlos en vivo y en directo, de comprobar de primera mano el fruto de su apadrinamiento.
Espero que para los voluntarios que hay llegado hoy, Tánger también sea ciudad acogedora.

Con el sentimiento del calor dombenitense que estos chavales me han traído hoy y con las ganas de que todos estos sueños terminen siendo una realidad dentro de siete días me despido compartiendo con vosotros una cancioncilla típica:
“Si nos preguntan de donde somos
diremos alto y con ilusión
somos de Don Benito
de la provincia de Badajoz”

Un fuerte abrazo a todos y ¡¡SED FELICES!!

2 comentarios:

  1. Mario, otro calabazón te saluda desde otro pais Árabe.
    Un fuerte abrazo y cuida bien de la muchachada.

    JA Valiente.

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    1. Muchísimas gracias por el comentario, cómo va todo por allí? Menuda aventura supongo no? Espero que algunas de las cosas que voy escribiendo por aquí te sirvan para enfocar las cosas que vas viendo por aquellas tierras.

      La muchachada ya partió esta mañana de vuelta a tierras calabazonas dejando tras de sí una semana llena de buenos momentos.

      Un abrazo enorme y sigue teniéndonos informados.

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